Y es que ayer acabé por fin los exámenes: siete, ni más ni menos, además de un trabajo y decenas de prácticas. Y, teniendo en cuenta que hasta bien entrado Noviembre no hice nada, que en la mayoría de las clases estuve con la mente en otro mundo, y que hasta después de Navidad no estudié, creo que no me ha ido muy mal. De todas formas, esta frase la confirmaré en un par de semanas, cuando hayan salido todas las notas y pueda respirar tranquilo.
Pero no sólo por eso me siento bien. Me espera semana y media de vacaciones antes de volver a las clases del segundo cuatrimestre, tiempo en el cual voy a viajar a la otra punta del Globo: el Domingo adriwankenobi y yo partimos hacia Honolulu.
Hay más: hace un par de días salieron los listados de admitidos para el programa Erasmus 2008/2009, y yo estoy tercero en la lista (habría estado segundo si los de secretaría y relaciones internacionales del CPS no fueran unos incompetentes y se diesen cuenta de que estoy en cuarto y no en tercero, pero en fin). Lo que quiere decir esto es que el año que viene me voy a acabar la carrera al Reino Unido, circunstancia que me llena de orgullo y satisfacción. Al volver de mis aventuras isleñas tocará decidir definitivamente el destino (o más bien que lo decidan por mí los dos primeros de la lista), pero tengo bastante asumido que tendré que ir tierras Escocesas, a Glasgow para ser exactos.
Glasgow, mi más que probable destino Erasmus
Y ya para acabar, ayer noche vi el final de
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