Llegó el momento que todos estabais esperando: las Crónicas de Hawaii.
Comienzo el relato de la semana en Hawaii hablando sobre las aproximadamente 35 horas que transcurrieron desde que adriwankenobi y yo salimos de casa hasta llegar al hotel en Honolulu. La primera etapa consistió en cuatro horitas de autobús de Zaragoza a Madrid, seguidas de metro hasta
Felices a la llegada a Barajas
A la hora prevista, embarcamos en el vuelo hacia Chicago. Tras 9 horas y media volando, aterrizamos sobre el alucinante paisaje nevado de la capital de Illinois. La temperatura en el exterior era de -17º, aunque dentro del aeropuerto se estaba calentito.Llegó la hora temida por todo extranjero que desea penetrar en el Sagrado Territorio de los Estados Unidos de América: el paso por inmigración. Había leído de todo: que si te hacían preguntas extrañas, te cacheaban hasta la extenuación, te trataban como terrorista...
hombre de Inmigración: ¿Destino final?
uspablo: Honolulu.
hombre: ¿Hawaii? ¿Porque tan lejos?
uspablo: buenoo... soy fan de Lost...
hombre: ¿Qué?
uspablo: Lost. ¿Sabe? ¿La serie de televisión?
hombre: ¡Ah, Lost! ¿Tenéis Lost en España?
uspablo: Si, pero en la televisión van un poco atrasados...
hombre: Entonces, ¿aún no has visto los últimos capítulos?
uspablo (empezando a flipar): Si, si, que los veo por Internet.
hombre: ¿Y qué? ¿Crees que han venido a rescatarlos o no?
uspablo: o_O. Pues no sé, habrá que esperar a ver más...
hombre: Yo soy un gran fan de Lost, sabes. ¿Cuál es tu personaje preferido?
La situación era bastante surrealista, hablando de Jack y de Kate mientras me tomaban las huellas dactilares y me hacían la foto de rigor. ¡Si es que Lost está en todas partes, amigos!
Bueno, continuamos el viaje tomando otro vuelo, esta vez de cuatro horas, entre Chicago y Los Ángeles. Lo malo fue que a adriwan y a mí nos sentaron en sitios distintos, con lo que el vuelo se hizo bastante largo y pesado.
Tocamos tierra en Los Ángeles, y poco después cogimos el último avión hasta Honolulu. En ese vuelo nos dimos cuenta de que los hawaiianos son muy raros (sólo había que ver a uno de los auxiliares de vuelo), que mahalo significa gracias, y que las razones principales de la gente para viajar a Hawaii son, por orden, casarse e ir de luna de miel.
Finalmente, a las 00.05 hora zulú, aterrizamos en Oahu. Y allí empezaron los problemas: no había nadie para recogernos y llevarnos al hotel. Con la ayuda de una amable señora del aeropuerto, llamamos a la empresa de transporte, pero no nos contestaron. Total, que nos tocó coger un taxi hasta el hotel. Nos registramos y subimos a la habitación. Y... madre mía que habitación.
Y tras estar haciendo el ganso un rato nos fuimos a dormir, que el día siguiente queríamos empezar a explorar la isla. Mañana más...
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