Capítulo 35. Juego de Tronos

Me gusta descubrir nuevos mundos.

Primero, hace ya casi una década, me adentré en una galaxia muy, muy lejana. Años después, llegaron los múltiples universos de La Materia Oscura. Casi al mismo tiempo, un agujero en el suelo me abrió las puertas de la Tierra Media.

Hace un par de meses comencé a leer el primer volumen de Canción de Hielo y Fuego, Juego de Tronos, escrito por George R. R. Martin. La fama le precedía, y desde luego es una fama para nada desmerecida. Puedo decir que desde que descubrí a Tolkien, no me topaba con un libro tan bueno.

Puede englobarse dentro del género de literatura fantástica, ya que, aunque a priori se acerca más a la novela histórica medieval, en toda la historia late un componente fantástico que (sólo en pequeñas dosis) acaba por revelarse al lector.

Sin duda, lo más llamativo de la historia es su estructura: cada capítulo está narrado desde el punto de vista de un personaje. ¡Y qué personajes! Sin duda Martin es un artista en este sentido, no sólo por la cantidad, sino por la calidad de los mismos. Desde la familia Stark (Ned, Catelyn, Robb, Sansa, Arya, Bran, Rickon, Jon), a la Baratheon-Lannister (Robert, Cersei, Jaime, Tyrion, Jeoffrey) pasando por los restos de la Targaryen (Viserys y Daenerys), todos tienen una personalidad exquisitamente definida, y ninguno te deja indiferente. Sin olvidarnos de los cientos (literalmente) de secundarios que pueblan los Siete Reinos, las Ciudades Libres, y el territorio dothraki.

Otro de los rasgos fundamentales de la historia es su crudeza. Martin no omite detalles sangrientos en su relato, ni se muestra misericordioso con sus personajes. Varios de los principales (en particular, uno importante, el que más capítulos ha tenido) ya han muerto en el primer volumen.

La primera parte de la historia acaba con un cliffhanger (¿Se puede usar ese término en un libro?) que, aunque era algo que a priori esperaba que ocurriera en la historia, para nada pensaba que iba a llegar de esa manera, ni tan pronto.

En resumen: lectura encarecidamente recomendada, sobre todo para quienes gustan del género. Yo de momento, ya tengo comprado el segundo volumen, Choque de Reyes, que voy a comenzar a disfrutar en cuanto tenga ocasión.