Sabía que este día tenía que llegar.
Llevaba tiempo dándole vueltas a la idea de empezar un blog, pero entre la cantidad de cosas que tengo siempre entre manos y la pereza de tener algo más de lo que preocuparme han conseguido que el proyecto se fuese posponiendo.
Supongo que los eventos sucedidos esta última semana y, en general, estos últimos meses me llevan a pensar que necesito dejarlo todo por escrito. Nunca he sido de escribir diario, pero ya puestos a empezar uno, lo hago en forma de blog.
Aviso para navegantes: actualizaré cuando, cómo y con la frecuencia que quiera. Habrá días que escribiré varias veces y meses que no actualizaré. Habrá posts de todo tipo, aunque primarán los de mis principales aficiones. ¿Qué cuales son? Si no me conocéis, ya lo ireis descubriendo.
Nada más. Hasta aquí el prólogo de este libro cuyas páginas se llenarán de mis recuerdos. De lo que me queda por vivir.
viernes, 12 de octubre de 2007
Prólogo: lo que me queda por vivir
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